Flores de Bach y TDAH en Niños
- Astrid Cavazos

- hace 5 días
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Una Perspectiva Complementaria
Este artículo tiene fines informativos únicamente. Las flores de Bach no cuentan con evidencia científica sólida que respalde su eficacia para el tratamiento del TDAH. La información aquí presentada no sustituye el diagnóstico, tratamiento o seguimiento médico profesional. Si su hijo presenta síntomas de TDAH, consulte siempre con un pediatra, neurólogo infantil o psicólogo especializado.
Las flores de Bach son preparados líquidos elaborados a partir de flores silvestres, desarrollados en la década de 1930 por el médico británico Edward Bach. Según su filosofía, estas esencias florales trabajarían sobre estados emocionales desequilibrados, ayudando a restaurar el bienestar emocional. El sistema está compuesto por 38 esencias florales, cada una dirigida a una emoción o estado mental específico, más el famoso Rescue Remedy, una combinación de emergencia para situaciones de estrés.

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición neurobiológica que afecta aproximadamente al 5-7% de los niños en edad escolar. Se caracteriza por inatención, que incluye dificultad para mantener la concentración, seguir instrucciones y organizar tareas; hiperactividad, manifestada en inquietud motora constante y dificultad para permanecer sentado; e impulsividad, que se traduce en actuar sin pensar, interrumpir conversaciones y dificultad para esperar turnos. Estos síntomas pueden afectar significativamente el rendimiento escolar, las relaciones sociales y la autoestima del niño.
Muchas familias buscan opciones complementarias por diversas razones. Algunas desean un enfoque holístico que aborde no solo los síntomas sino también el bienestar emocional general del niño. Otras expresan preocupación por los efectos secundarios de medicamentos convencionales, o buscan un complemento a las terapias conductuales y educativas ya establecidas. Los testimonios positivos de otras familias en su entorno también influyen en esta decisión de explorar alternativas como las flores de Bach.

Según la práctica de flores de Bach, existen varias esencias que suelen recomendarse para estados emocionales relacionados con el TDAH. Para la falta de concentración y dispersión mental, se utiliza frecuentemente Clematis, indicada para niños "soñadores" que viven en su mundo interior y se desconectan del presente, así como Chestnut Bud, que ayudaría a aprender de experiencias y no repetir los mismos errores. Para la inquietud e hiperactividad, los terapeutas suelen sugerir Impatiens para la impaciencia, irritabilidad y necesidad de movimiento constante; Vervain para el exceso de entusiasmo y energía difícil de canalizar; y Cherry Plum para la sensación de pérdida de control sobre impulsos.
En cuanto a los aspectos emocionales asociados al TDAH, Larch se recomienda para mejorar la autoconfianza, especialmente cuando el trastorno afecta la autoestima del niño. Gentian se utiliza para el desánimo tras fracasos escolares o sociales repetidos, mientras que Walnut se sugiere para ayudar en periodos de adaptación y cambios como nuevas escuelas o rutinas. Para la impulsividad característica del TDAH, además de Impatiens para la dificultad de esperar y la reacción inmediata, Cherry Plum también se emplea para el control de impulsos intensos.
La investigación científica sobre flores de Bach es escasa y los estudios existentes no han demostrado efectos superiores al placebo. No existe un mecanismo biológico demostrado que explique cómo funcionarían estas esencias, y las flores de Bach no están reguladas como medicamentos en la mayoría de países. Muchos expertos atribuyen cualquier beneficio percibido al efecto placebo o a la atención terapéutica recibida durante el proceso.

A pesar de la falta de evidencia científica, muchas familias reportan experiencias positivas como cambios sutiles en la gestión emocional del niño, mayor tranquilidad en momentos de estrés escolar, mejora en la calidad del sueño y una sensación de mayor control parental al tener "algo que hacer". Es importante considerar que estos reportes son anecdóticos y pueden verse influidos por otros factores como cambios simultáneos en rutinas o ambiente, la maduración natural del niño, mayor atención de los padres al estado emocional del hijo, o el efecto placebo.
Si tras consultar con el equipo médico de su hijo decide explorar las flores de Bach como complemento, es fundamental nunca suspender el tratamiento médico, ya que estas esencias no deben reemplazar medicación, terapia conductual o apoyo educativo prescrito. Consulte siempre con los profesionales que atienden a su hijo e infórmeles sobre cualquier complemento que use.
El manejo efectivo del TDAH requiere un enfoque multidisciplinario que incluye diagnóstico profesional por parte de especialistas cualificados, tratamiento farmacológico cuando es necesario y prescrito por médicos, terapia conductual con técnicas de modificación de conducta, apoyo educativo con adaptaciones en el aula y técnicas de estudio, rutinas estructuradas con horarios claros y ambiente organizado, actividad física regular para canalizar energía, alimentación equilibrada evitando excesos de azúcares y procesados, y apoyo emocional mediante terapia psicológica para el niño y orientación familiar. Si las familias lo desean, pueden añadir terapias complementarias como las flores de Bach, siempre como complemento y nunca como sustituto del tratamiento convencional.
Las flores de Bach representan para muchas familias una forma de sentirse activos y esperanzados en el proceso de acompañar a un niño con TDAH. Aunque la ciencia no respalde su eficacia específica, el acto de cuidar con intención y atención plena el bienestar emocional del niño tiene valor en sí mismo. Lo más importante es que cualquier abordaje, convencional o complementario, se realice con información honesta y completa, bajo supervisión de profesionales de la salud, con el bienestar del niño como prioridad absoluta y sin crear falsas expectativas o retrasar tratamientos necesarios.

Cada niño es único, y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. La clave está en encontrar, junto con profesionales cualificados, el enfoque que mejor se adapte a las necesidades específicas de su hijo. Recuerde que la mejor ayuda que puede ofrecer a su hijo es un diagnóstico correcto, tratamiento basado en evidencia, mucho amor, paciencia y comprensión de que el TDAH no define quién es su hijo, sino solo un aspecto de su neurodesarrollo.



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